Le dejé el título sugerido por WordPress porque es acertado. Eso de querer sacarse los pensamientos y publicarlos, compartirlos con la humanidad, dejar una huella, temer a la muerte, a pasar sin pena ni gloria .. El deseo de dejar algo para este mundo que ya ha recibido tanto palo, y que por tanto, un poco más no hará diferencia.
Si usted está leyendo esto, a continuación viene el «Disclaimer», es decir, la advertencia, y es que probablemente no se encuentre con una historia, con riqueza narrativa, con musicalidad poética o con un mínimo de coherencia en los textos publicados, porque tampoco lo buscan, la escritura mediocre es tambien una especialidad, muy gustada en la actualidad, a la cual decidí sumarme. No juzgo.
Este blog nació mientras trabajaba, en medio de esas labores rutinarias y aburridas que despiertan la creatividad de las mentes procastinadoras, como la mía, y ahí quedó, porque no redacté ni una sola entrada en un lapso de 3 meses. Durante mis vacaciones de fin de año, en medio del ocio recordé que tenía una labor pendiente del trabajo, que, irremediablemente y contra mi ideología, mi conocimiento en Derechos Humanos y mi deseo, tenía que llevar a cabo para tener paz, y fue allí, justo en ese – este – instante que esta entrada asomó la cabeza al mundo, entre las confundidas piernas de esta primeriza escritora, a quien le importa muy poco la calidad y mucho menos la cantidad de lo que escribe.
Sin presión, escrúpulos ni responsabilidad me zambulliré en el oficio de crear nuevas entradas, quizás una cada tres meses, o quizás ninguna, así, con malacrianza lo digo, porque esa malacrianza rebelde es la que aún me hace sentirme joven entre esta serie de tareas interminables de la adultez, de las que nadie, por cierto, me advirtió.
Dicho lo anterior, mi deseo, y aprovechando que escribo durante el tercer día de este año, es brindar por lor propósitos de año nuevo de los demás – yo no tengo, ya aprendí que igual no los cumplo – brindar por la comedia que pueda surgir entre las líneas, ya que al menos yo me divertiré y brindar por el dulzor y el amargo de las letras que pulsen mis dedos atrevidos, ansiosos por escapar del «timewriting», de la cuenta bancaria y del recibo de la luz.
Damos, caballeras, con sus mercedes:
De – letre – ando.

Hola, esto es un comentario.
Para empezar a moderar, editar y borrar comentarios, por favor, visita la pantalla de comentarios en el escritorio.
Los avatares de los comentaristas provienen de Gravatar.